me odias, y más me odio yo.

Miras al alrededor ahora todo parece distinto, la mirada fija sin pestañear es el único sentido que sigue enlazando con la realidad y nota poco el cambio. Las lágrimas inundan tus ojos y un cataclismo emocional comienza apoderarse de tu cuerpo. Como la muerte descrita por los que han dicho sentirla de cerca, tu mente se ve colapsada de recuerdos en todas las direcciones, recuerdos punzados por sus últimas palabras. Palabras llenas de odio y furia, rabia contenida en una situación en la que su esfuerzo es en vano y más que odio y más odio le sale darte. Dos son las personas implicadas, una es suya y la otra parte tuya, sumidas en la oscuridad de la misma persona, en la soledad del mismo ser. Morir de pena en mente mutua es compartida una opinión que solo fustiga nuestra alma sumida en pena. ¿Cuánto? Y ¿Hasta cuándo? preguntas que sin formularlas se responden solas con un infinito. Es sentido y mutilante la sinceridad del primer te quiero es bien allegada cual perversa es esta sinceridad en el último.

Aquí queda todo lo que una niña-adolescente deja en su cuaderno de memorias.

LADY little Girl <3*